Disfrutar de los merecidos elogios

Los elogios llegan para reconocer nuestras cualidades, méritos, buenas acciones y buen trabajo. Cuando somos regalados con palabras de otras personas, estamos siendo recompensados. Solemos recibir estos premios en forma de palabras, cariño y atención en diferentes momentos de la vida.  Ejemplos de las obras que motivan estas recompensan son: cuando somos madres/padres, cuando un proyecto funciona, cuando es conocido un buen trabajo, cuando realizamos una buena acción. 
Considero que es bueno disfrutar de esos merecidos homenajes. Es muy importante poner en valor estas vitaminas que, si asimilamos correctamente, nos fortalecen y nos motivan a seguir por el buen camino.
Otros ejemplos de estos premios humanos pueden ser: el caluroso aplauso que reciben los actores tras una puesta en escena, el abrazo entre amigos; las felicitaciones de quienes conocen y valoran un proyecto; los agradecimientos; y muchas otras muestras más de afecto, aprecio y reconocimiento.
Elogiar y dejarse elogiar es hábito saludable entre personas queridas, entre amistades 
Pienso que es bueno hacer uso y disfrutar de estas cuestiones, que cuanto menos despiertan una sonrisa y otro reguero de sensaciones, sentimientos y emociones. 


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