Finales para descartar lo malo

El fin de año puede ser un buen momento para poner punto y a parte a lo negativo

El fin de año es una de las fechas más destacadas en el calendario. Quizá sea la más compartida en el mundo. En muchos lugares se queman fuegos artificiales. En España se comen las doce uvas de la suerte. Se brinda con buenos deseos. Luce el oro y el intenso rojo.
Llueven intensamente chaparrones de felicitaciones, buenos deseos y prosperidad. Una vez que el calendario muestra un nuevo año se agiliza el ejercicio de saludos en forma de besos y abrazos. En ocasiones entre personas que de otro modo nunca lo harían. 

El fin de año es un final de ciclo idóneo para desechar las cosas malas. Plantearse cambiar los malos hábitos por buenos. Recuperar las buenas amistades, distanciarse o plantearse las malas o incompatibles. Se puede determinar esta fecha con tiempo para cerrar círculos. También es interesante quemar simbólicamente tanto material innecesario en nuestra existencia. Llegamos al mundo desnudos y si nada en las manos y así nos iremos. 
Los finales quizá sean buenos momentos para cerrar etapas, cerrar heridas, aunque estas bien sabemos que se sufren más de lo deseado. En ocasiones tomar decisiones dolorosas que auguraran continuaciones felices. Podar para permitir que nuestra estructura de supervivencia no se desplome debido a un peso desmesurado.
El año acaba y es un momento incisivo y destacado que se presta ideal para realizar acciones que en otro momento quizá vamos postergando indefinidamente.
Aprovecha ahora no lo  dejes para mañana, corta hoy con lo malo porque mañana es año nuevo.