Hay personas que gozan de una forma de
ser particular. Suelen tener un carácter abierto y agradable y hacen gala de
ello en su forma de actuar y vestir. Suelen ser hombres o mujeres que no se
preocupan por la imagen de los demás sino que, de esta manera, demuestran que
cualquier tipo de individuo es aceptable con sus propios gustos y su libertad
de expresión. Siempre que con ello no perjudique a quien les rodea.
Salirse de los perfiles clásicos
sociales imperantes o, lo que es lo mismo, romper esquemas puede quebrantar las
normas protocolarias de una institución en particular, pero volviendo a la vida
real, lo que hace es marcar tendencia.
Es tan bueno, el mantenerse en la
discreción que aporta ir como todos los demás, como, el resaltar por un aspecto
característico que hará llamar la atención de todo el que nos ve. Todo ello es
cuestión de personalidad y carácter.
El que resalta y arriesga o se expone a
triunfar o a fracasar, pero puede sentirse satisfecho de haber actuado como en
ese momento le ha apetecido.