Contenerse para dejar pasar la tormenta

En ocasiones la mejor opción es contenerse, morderse la lengua, retenerse hasta que la tormenta pase, aunque no siempre es posible. Esto no significa el no decir las cosas, pero si dejar la expresión del malestar para un momento más apropiado, quizá ofrecer ese punto de vista en un momento más oportuno. Se trata de controlarse para no dejarse llevar por los impulsos.
La vida nos hace toparnos con circunstancias poco oportunas y también con comportamientos propios o ajenos que nos ofrecen un escarmiento poco merecido. En dichas ocasiones nuestra reacción puede ser impulsiva con las consecuencias que ello conlleva, pues podemos reaccionar de un modo inesperado por la otra parte o, quien sabe, motivado para hacernos salir de nuestras casillas. Por ello, es fundamental controlar esos impulsos y llevar a nuestro terreno la situación para aprovecharla de algún modo productivo y no desecharla por puro orgullo. 
Cierto es que no siempre es posible ese autocontrol pero sí es efectivo el entrenamiento para que poco a poco seamos capaces de controlar cada uno de nuestros impulsos. 
Ante todas estas cuestiones hay otro dicho popular que puede ofrecer alguna solución, es que "el tiempo todo lo cura".

Despertar nuestra ternura interior y humanidad

Mostrar a los demás nuestra humanidad y ternura puede ser algo tremendamente positivo. Se me ha antojado poner estas palabras al gesto de saludar a los demás de una forma totalmente cercana y atenta, preocuparnos por el otro con sinceridad y no sólo como cortesía, perder tiempo o mejor dicho, ganar tiempo en atención a los otros. Todo ello desde una base ciertamente humana.
Acercarnos al mundo desde nuestra imagen de persona, algo que debería ser lo más lógico, pienso que es enormemente efectivo para mostrarnos al mundo y que así nos vean. Debería de ser lo más natural y sencillo, pero a veces perdemos tiempo y esfuerzo creando máscaras artificiales para ofrecer algo que no corresponde con la realidad. 
Un acierto a la hora de mostrarnos a los demás es mantener abierta la puerta de la sinceridad. Evitar, eso si, desplegar nuestro instinto animal a la hora de evidenciar realidades crueles. En ese sentido entra en juego a nuestro favor una buena escala de valores, que pueden ser, aunque no es imprescindible que así sea, los que en el fondo ofrecen religiones, como la católica en España y otros países, las demás de base cristiana u otras.
Los tan recurridos valores humanos son un sólido pilar en el que sustentar nuestro comportamiento o forma de actuar cuando interceden determinadas diatribas. 
Sinceramente, opino que los valores humanos emergen cuando tratamos de despertar nuestra ternura interior y humanidad, poniéndonos en el lugar de los demás, pensando cómo se sentirá esa otra persona, por muy alejados que estemos de su punto de vista, forma de pensar o intereses. Sólo así, dando rienda suelta a nuestro lado más humano, podremos sentirnos bien, si con ello hacemos que el prójimo también se encuentre a gusto.


Aprovechar los puntos de inflexión

Sucesos que marcan un antes y un después

Hay sucesos que marcan un antes y un después, hitos que vienen a determinar un punto final y un punto de partida. En muchas ocasiones nos cercioramos de estos espacios de tiempo a posteriorí, pero si tenemos la ventaja de ser conscientes en pleno epicentro de los mismos, es decir, entre el antes y el después, podemos jugar grandes factores que nos ayudarán a tejer el futuro de una manera muy positiva. En este sentido se pronuncian grandes sabios que nos guían con sus palabras, alumbran nuestro camino con el avance de su experiencia. 
En muchas ocasiones estos puntos de inflexión son tiempos de crisis, son espectáculos nefastos que puede que el negativismo de ellos nos nublen la vista. Precisamente esa oscuridad general hace que los más avispados jueguen con ventaja y quizá emergan de sus cenizas con mayor fuerza. 
Aquí cabe reseñar frases muy utilizadas a posteriorí, que en su haber quedaron en las biografías de personas de reconocido prestigio, tomo las mismas de la web euroresidentes, para citarlas a continuación: 
  • "El fracaso consiste en no persistir, en desanimarse después de un error, en no levantarse después de caer". -Thomas Edison
  • "En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento". -Albert Einstein
  • "La felicidad es saludable para el cuerpo, pero el sufrimiento es el que desarrolla las fuerzas del espíritu". Marcel Proust
  • "Tus circunstancias pueden no ser de tu agrado, pero no han de seguir siendo las mismas si concibes un ideal y luchas por alcanzarlo". -James Allen
  • "No es grande aquel que nunca falla, sino el que nunca se da por vencido".
  • "La grandeza de una persona se puede manifestar en los grandes momentos, pero se forma en los instantes cotidianos". -Phillips Brooks
  • "El hombre se descubre cuando se mide contra un obstáculo". -Antoine de Saint Exupery
  • "Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida. Esos son los imprescindibles". -Bertolt Brecht
  • "Recuerda, hoy es el mañana por el que te preocupabas ayer". -Dale Carnegie
  • "Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar". -Pablo Neruda.