Disfruta de la comida


Uno de los mejores momentos del día es el que dedicamos a alimentarnos.  Es importante disfrutarlo y aprovecharlo.
En España estamos acostumbrados a las  cinco comidas de rigor: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. Cada cual más importante, sin restar el sentido de la anterior.
Es una buena costumbre el mantener las horas y respetarlas, por un lado, para mantener un orden y  por el otro, para coincidir en estos momentos con el resto de personas con quien compartimos nuestro hogar.

El momento de las comidas es especial porque descansamos, nos relajamos y disfrutamos del placer que es comer.
Un buen consejo es saborear los alimentos sin prisa. Podemos disfrutar de la comida sin necesidad de empacharnos, comedidamente.

En estos menesteres no se puede olvidar el agradecimiento a las madres, que tanto empeño depositan en alimentar a sus familias y que tan bien lo hacen.  Nadie puede negar que la mejor comida sea la que prepara su madre con ese cariño que tan buen sabor deja.




Recibe la energía de los astros

Esta noche hemos tenido una luna espectacular. Luna llena de agosto, que durante la noche del primer día de este mes estival, aclaró la noche. En el campo se podía ver a kilómetros gracias a la potente luz del gran satélite. A la mañana siguiente, es decir, el amanecer del 2 de agosto se podía ver una luna enorme, preciosa, que mostraba todo su rostro, en ella se podía ver las formas que la contornean.
Se trata de dos espectáculos naturales muy dignos de contemplar y disfrutar.
No hace falta contar con grandes capitales ni con inmensos lujos para disfrutar, para ser feliz.
Amar la naturaleza y las cosas del mundo, respetándolas se convierte en un lujo al alcance de cualquiera.
La penúltima semana de julio también hemos podido disfrutar de las tormentas. Temerosas pero bonitas si tenemos el privilegio de poderlas contemplar desde un lugar seguro. Truenos y relámpagos que iluminaban la noche sin cesar. Cada cual más llamativo. La luz y el sonido originados por las variaciones de temperaturas y humedad nos hacen sentir un sinfín de emociones: miedo, sorpresa, susto, impacto...
Aprovecha todas estas ocasiones para sentir, captar y entender todo lo que la madre naturaleza nos regala.