Acordarnos de los mas cercanos

Acercarnos a las personas que vemos todos los días, o que residen cerca y no visitamos puede resultar muy positivo. Ahora que las nuevas tecnologías nos acercan lo lejano, es y puede resultar una práctica muy buena la de retomar contacto con nuestros vecinos, familiares y amigos locales.
Hay casos de aislamiento social, abandono de familiares,.. propiciados por el exceso de trabajo, el exceso de responsabilidades, y quizá un alto grado de eso que llamamos egocentrismo.Es muy positivoel acercarnos e interesarnos por las personas que nos rodean geográficamente y sobre todo familiarmente.  Recuperar el contacto con los vecinos, y saludarlos interesándonos por su salud y sus familiares. Tratar de mantenernos cerca de nuestros ancianos, que tanto tienen que aportarnos y que están encantados de regalarlo.
Coincidir durante las horas de las comidas con el resto de la familia en torno a una mesa hace de este momento un ritual estupendo para disfrutar de una agradable tertulia que puede hacer mucho más digestivos los alimentos.

Más actividad


La pereza es una de esas cosas que a todos nos paraliza y nos hace pensar dos veces antes de ponernos en marcha.

Contra la pereza está la actividad. Si queremos tener una vida mas sana, más positiva, y mas activa debemos empezar por desterrar la pereza. Fácil es decirlo y proponerselo, más complicado es ponerlo en práctica.

Levantarse y hacer ejercicios o salir a correr un poco, reactiva el cuerpo y la mente y te hace pasar del agradable descanso nocturno a la actividad necesaria. Si además lo acompañas con una música que te eleve el estado de ánimo, estás acrecentando las ganas de hacer cosas y la ilusión.

La actividad es buena durante todo el día, antes de comer y después de cenar, para mantenerse en forma físicamente y psicológicamente.

No importa la edad ni los problemas que nos rodeen, siempre es buen momento para comenzar y mantener un ritmo de vida ágil y vital.

Contempla el otoño


Una de las estaciones mas bonitas del año es el otoño (¿por qué no?), aunque para muchos no sea la plenitud de la alegría ni en ella se produzca la explosión de la sabia primaveral. Se trata de un periodo muy bueno para salir de casa, recoger los frutos del verano tanto físicamente como visualmente.
Aprovechando las suaves temperaturas, la agradable temperatura del sol, el clima semi-húmedo podemos salir y contemplar los cambios de colores. Cada día es diferente en octubre, noviembre y diciembre.
Tonos ocres, marrones, amarillos van sustituyendo al verdor vivo del verano. Las calles, caminos y campos se llenan de hojas y las tierras de labor comienzan a ser cultivadas y perfectamente labradas.
El otoño es una época para contemplar y disfrutar del entorno natural así como para preparar el aprovisionamiento para pasar el invierno en casa.